jueves, 9 de diciembre de 2010

Cómo pica el sol. Parece primavera!

Me levanto felíz, me enamoro de tí y desayuno,

Arreglados los niños, reviso el parte y envío mensajes.
Dos respuestas que no me aclaran nada.
Envido y aunque SSW, pongo rumbo a Calblanque, como si fuera un sinónimo de buena esperanza.
A petar. Muchos pensaron lo mismo. Charla entre amigos.
Viene Andrés con sorna, cabeza jadeante y cierta mirada pícara y burlona anunciando que Cabo de Palos está para 4,7 ó al menos para CINCO METROS. Y ahí queda...
Nos removemos, algunos.
Otros quedan impasibles, como contrariados de que haya algo más que Calblanque.
La fé les manda, pero la fe también nos mueve a tres.
Lo comunico, y para que no quede, incluso invito: a Cabo de Palos!
Arranco el coche.
Cabo de Palos. El callejón de la Zeneta y el azul imposible cruzado con el blanco de los borregos a su través, nos auguran una sesión con viento.

Navegamos de una y media a cuatro y media, como dioses. Para nosotros solos…

Viento para regalar. Viento para 5,2 y 4,7.
Entre los 3 y luego 2 +:
Algún volcano, algunos forward, algún aerial jibe, algún duck jibe y Paco en la orilla, aguardando...
Y cómo pica el sol, que parece primavera, copón.



viernes, 5 de noviembre de 2010

Isla Plana (Mazarrón), 31/11/2010

Después de acercarme a Calblanque donde a las 10 de la hora nueva ya el viento se había escapado y con la moral un poco baja después de ver las fotos de Félix y no haber llegado antes, casi tomando nuevo rumbo a Murcia, una llamada al Rubio me confirma que en Mazarrón se ha metido el poniente. Cambio de sentido y rumbo a Isla Plana por la carretera de Canteras. Bajando el puerto descubro una visión espectacular de la bahía de Mazarrón, con un color de agua azul turquesa que hace que una sonrisa ilumine mi semblante y una palpitación acelerada aumente el ritmo cardíaco. 

jueves, 4 de noviembre de 2010

El Rosita (30/10/2010)

Desde el 3 de octubre no me pegaba un baño y si hablara de un buen baño, pues entonces, desde el 20 de julio. Y ya me estaba planteando yo tomar las de Villadiego o ampliar el radio de acción en busca de viento y olas que aplacasen mi contrariado estado anímico, pero una previsión notable para el puente de todos los santos, detuvo la búsqueda y así he tenido unos cuantos días de poniente –suroeste, oeste y noroeste- que a mí, se me antojan insuficientes.
A un windsurfista se le nota cuánto tiempo hace que no navega por su estado físico y psicológico. En el primero de los estados, los hombros se arquean hacia atrás - provocando el acortamiento de los brazos-, las piernas se juntan y estiran y el ceño se frunce ante todo, cuando alguien pregunta “¡Qué!, ¿hace cuánto que no te mojas?”.
En el segundo de los estados, el psicológico, el ánimo puede evolucionar desde una pequeña tristeza al echar simplemente de menos los buenos ratos en el agua, hasta una depresión al tener conciencia de no bajar una ola y encarar su pared, para darle al labio, desde hace uno o varios meses; lo que nos lleva a momentos de falta de confianza, de motivación o buen rollito en nuestro día a día. Todo ello nos ocurre cuando los recuerdos de las últimas sesiones empiezan a borrarse y entonces comenzamos a comportarnos de manera más racional, menos intuitiva y visceral, hasta sentirnos malhumorados por cuestiones triviales.
Ahora bien, si hemos navegado recientemente, los hombros y brazos se mantienen estirados y hacia adelante, en inequívoca postura de bottom; las piernas se colocan abiertas y semiflexionadas, con uno de los pies apuntando a las 2 ó a las 10, como cuando los tenemos en los footstraps. Y nuestros ojos están brillantes y el rostro refleja sensación de incontenida felicidad, como cuando echas un buen polvo, de esos de correrse los dos a la vez.
El sábado me fui a Almería y navegué después de casi un mes. 
El domingo también navegué en Mazarrón.
Y tengo los estigmas físicos, pero no estoy de buen rollito...



miércoles, 4 de agosto de 2010

Moulay Bouzerktoun. El viaje del 2010

Copón, qué olas!! Está para 4,2 y son las ocho de la tarde!!! –me dije al asomarme desde la cima del Lawama a la playa-. Diez tíos navegando, entre ocho a diez furgonetas y caravanas en la playa, no más de 20 casas en todo el pueblo, fue lo que vimos nada más llegar a Moulay, Moulay Bouzerktoun, a tres horas en coche de Marrakesh.
Y eso todos los días. Yo con 4,7 por la mañana y 4,0 por la tarde.

Este viaje surge por un lado, del amor y la comprensión en la complejidad de la toma de decisiones en las relaciones de pareja, ya con familia y algunos añicos encima. Por eso, mucho de esto se lo debo a ella, a Mar, por su apoyo. Por otro lado, surge de mis ganas de viajar, de surfear, de conocer sitios nuevos, de buscar algún nuevo paraíso, de mis pájaros en la cabeza y de la confianza depositada por mis compañeros de viaje para emprenderlo, junto a mí.

El inicio
Las vacaciones de verano las tenemos organizadas de forma que un año hacemos un viaje cultural o de montaña y al siguiente uno para navegar, intentando que también sea atractivo para la pareja y los niños. Este año tocaba el de windsurf pero Mar no está convencida y quedamos en que si encuentro gente para algún viaje y me puedo unir, hacerlo yo. Los primeros contactos no fraguan y tomo la decisión de organizar un viaje a Moulay, en Marruecos, sitio al que le tengo muchísimas ganas desde hace años. Pronto se corre la voz y hacemos un equipo de seis windsurfistas murcianos y una croata. El 18 de julio deberemos estar en Moulay Bouzerktoun.

Los preparativos
Cuando la fecha se aproxima, algunos todavía no nos conocemos personalmente y quedamos una noche para cenar en el Terra Natura. Concretamos detalles del transporte hasta Madrid, hora de salida, dudas sobre el equipaje, velas, tablas, restricciones de peso, etc. En esos días me compro un traje de verano y un boardbag triple. Cada uno llevaremos una tabla, una botavara, tres velas y un par de mástiles. Las velas serán las pequeñas: 3,7; 4,2 y 4,7 o similares y la tabla más o menos en volumen (L) igual a nuestro peso (Kg). Vamos mirando la previsión en Moulay y pinta muy bien: viento del norte, 18-20 nudos, ola del noroeste de 2 metros para toda la semana con el miércoles como día fuerte con periodo de olas de 13 segundos.

La salida
El domingo 18 de julio me suena el despertador a las 2.45 de la madrugada. Me he acostado con la sensación con que lo hacía antes de irme de campamento con los scouts, o antes del viaje de estudios de COU o del día antes de irme a vivir a Costa Rica. Quedamos a las 3.30 a.m. El avión sale de Madrid a las 10.30. Pantallas con vuelo 7891 “Delayed” Hay un retraso de dos horas. Cuando llegamos a Marrakesh, el calor es infernal, al salir del aeropuerto vemos la tormenta de arena. Un horno. Uno de los coches nos lo dan sin aire acondicionado, el otro con la barra delantera de la baca unida con cinta aislante. Perdemos otra hora en el garage cambiándonos la barra. Con el A/A no se puede hacer nada. No hay otro coche. El viaje a Moulay es pesado, unos 200 km que se reparten en tramos de carretera comarcal, vía de dos carriles, desvíos por pista sin asfaltar y el cansancio acumulado. Llegamos a nuestro destino sobre las 8 de la tarde. Nada más bajar de los coches, vemos cómo algunos se están pegando la última sesión del día con viento para 4.2 y un metro y medio de ola. Si no hubiéramos tenido los retrasos, también nosotros hubiéramos podido pegarnos el primer baño nada más llegar!!
Nos acomodamos en el Café Restaurante Lawama, llevado de la mano de Bárbara. Está en el borde del acantilado que da al pico. Desde la terraza se ven las olas, se siente el viento, se huele a sal. Las habitaciones están cojonudas y todas también con vistas a la zona de navegación. No podíamos estar en un sitio mejor…

El desarrollo de los días.
Nos despertamos sobre las 7.30 con el ruido de las olas y la visión de estas como primera circunstancia existencial del viaje. Entre las 8 y las 9 bajamos a desayunar. Pablo y Nina solían levantarse y desayunar más tarde, sobre las 11. El desayuno, una pasada: café con leche, crepes, mantequilla, mermelada, miel, huevo duro, bollo, baguette de pan recién hecho, queso, zumo de naranja… ¡y alguno le sumó algún día hasta un suculento browni! Después de desayunar organizábamos el día, que iba a estar en función de la subida y bajada de la marea. José Carlos, se echaba una pequeña siesta antes de irse a correr. Los demás nos dábamos un paseo por la playa, estirábamos o nos tomábamos un té, aguardando a la marea alta.

Primera sesión. Matinal
A las 10 de la mañana el viento ya se empezaba a poner bien y en los primeros días con la marea alta, nos metemos en el agua sobre las 12. A eso de la 13.30 solía apretar y cambiábamos de vela a 3,7 ó 4,0 en mi caso. El martes fue el día fuerte con viento para 3,7 y olas de 3 metros con buen periodo, que eran las condiciones esperadas para el miércoles. Este día yo me desgasto físicamente después de buenas surfeadas y el cansancio acaba pasándome factura y termino haciéndome daño en el pié izquierdo.
El miércoles no navego para recuperar el pié que lo tengo super inflamado, creo que con un esguince de Grado II. Jueves, viernes y sábado entramos sobre las 11,30 a navegar, con la marea bajando, hasta las 2, con olas de uno a dos metros y viento para 4,7 en mi caso y 4,2 para el resto.

La comida
Después de la sesión matinal la mayoría reponemos fuerzas en el Lawama, que dispone un menú diario variado (lasaña, ensalada de pasta, patatas cocidas con tostada de queso, macarrones con atún y tomate,) y fruta (higos, uva, melón). Los que se levantan más tarde, como Pablo y Nina, atrasan la comida. Después de comer, un té y a dormir la siesta hasta las 5 más o menos los dos o tres primeros días. Luego, por las condiciones de bajada de marea, prescindimos de siesta y nos íbamos a navegar sobre las 4.

Sesión de tarde. Vespertina.
En los primeros días navegamos de 5 ó 6 hasta las 7.30 más o menos y en los últimos, desde las 4 hasta las 6 que la marea se quedaba muy baja y aparecía toda la placa rocosa de laja. Un peligro para pies, aletas y la tabla en general.
El viento por la tarde entra más fuerte y constante. A veces demasiado fuerte, mucha ola y la tabla que no para de saltar, como si fuera una prueba de motocross (en la foto de abajo, Pablo). En ocasiones nos movemos al pico que se forma frente al Lawama, una ola larga y fácil para darle más de tres o cuatro giros. Esta será la constante todos los días excepto el sábado que el viento no termina de mantenerse fuerte ni constante y realmente se queda para navegar con 4,7 los ligeros y yo con 5,2.


Las cenas
Después de navegar por la tarde recogemos el material de la playa y lo dejamos montado en la “Casa azul” a escasos 100 metros de la playa. Ducha, llamadas por teléfono, té o cerveza, incluso algún browny para recuperar fuerzas y entonces cenábamos en Lawama, en algún otro sitio de Moulay o bien en Essaouira. En Lawama cenamos una noche carne a la parrilla, pusieron fotos de algunos de los días y vino bastante gente local y de las caravanas. Había buen ambiente!! En Essaouira cenamos dos noches cous-cous y tajines por unos 6 ó 7 euros. Lógicamente el no consumir alcohol durante las cenas ayudaba a reducir considerablemente la factura. Los platos, siempre imponentes, especiados y muy sabrosos. Otra noche cenamos en el Restaurante Le Coine, de Abrahim, pollo a la brasa con las mejores patatas fritas que he probado en mi vida. Otras dos noches lo hicimos en el Café Moulay, con Abdelouahad, Cous-cous de pollo y sardinas a la brasa. Allí nos llevábamos unos quintos que tenía Pablo en la furgo y los poníamos a refrescar en la nevera. La primera noche no dio tiempo a que se enfriaran, pero la segunda entraron directos al congelador y salieron especiales. Por lo que lo de las sardinas la noche anterior a nuestra partida terminó siendo una auténtica pasada. Nos hartamos de comer y terminó en competición. El ranking quedó más o menos así: Campeón Alfonso, que se comió doce sardinas saladicas y media fuente de patatas fritas; subcampeón José Carlos, con nueve sardinas y la otra media fuente de patatas. Luego les seguimos los demás, yo con ocho y el resto con seis o siete. Si es que estaban de vicio y además Nina sacó una botellica de tinto!!
Compartimos charla animada y cervezas bien frías con Maryzko, hablando de spots de olas en Dahkla, viajes, etc.


La noche
La noche era repaso del parte de lesiones, curas, pastilleos, conversación en alguna habitación con algún cigarrito de por allí y a dormir.

En el agua
Lo mejor estaba con la marea bajando. Se formaban buenas paredes, muy verticales para pillarlas a buena velocidad y saltar bien alto. Ya dentro, la ola te la encontrabas más de lado y era el momento de trasluchar y volver para surfear. Las series, de tres o cuatro olas bien separadas, de metro y medio a dos normalmente, aunque ya digo que el martes estaban de unos tres metros. Muy fáciles de pillar, un bottom, le pegas, otro bottom para dejar la espuma, buscas el labio y vuelta a pegarle, otro bottom para dejar la espuma y otra pegada o bien se traslucha. Los mejores te sacan aerials, goytiers, 360º, etc. Más de una vez salí gritando de gusto de una surfeada y es que no hay nada como que la carena sea recibida por la espuma y dejes un spray de agua a tu espalda, recuperar el control e iniciar un nuevo bottom… Es la ostia!!
En los saltos, se ven maniobras clásicas como el push loops, cheese rolls, forwards, backs loops, backs a una mano y table tops. Pero Boujmaa deja a la peña con la boca abierta cuando sale a navegar. El tio sale follado, con una velocidad impresionante, se lanza a la rampa y pega un salto altísimo, en lo alto inicia la rotación del forward, se para abriendo vela para caer suavemente al agua y seguir hasta la próxima rampa… alucinante!! Fettah también los clava, así como Jem Hall, Maryzko, Alfonso y otros surfistas anónimos.
Lo que te corta el rollo cuando vas a surfear es que la preferencia la tiene el que encara la ola y cuando había demasiada gente, en ocasiones tenias que deshacer el bottom ante alguna caida o encuentro inesperado o porque te veías a cuatro tios de frente a sotavento tuyo dispuestos a pasar la ola que tu vas a surfear. Pero buen rollo, hay muchas olas!!
También jodía cuando tienes a uno a sotavento que aparentemente va a pillar la ola que ha cogido antes que tú, pero no le tira y no sabes si meterte al bottom o respetar su tiempo y esperar. Si al final sigue al través o de ceñida te cagas en todo!!! Por eso lo mejor era aguantar un poco y si se cierra, tirarle a saco, si estás a tiempo.
Jodido te quedabas también cuando no controlabas la bajada final de la marea y al salir te las veías putas para superar en el mejor de los casos los 50 metros de laja en la que lo mejor que te podía pasar era que solo se te quedara el pie en alguna roca o te tocara la quilla. Qué bien hice en llevarme los escarpines!!! Lo suyo es salir y entrar por el canal que hay frente a la pintada “Se reparan tablas” en el muro.

Con la gente
Hay muy buen rollo. Todos estamos ahí, a tomar por culo, por lo mismo, buscando el viento y las olas, buscando nuestra dosis de “droga” y la descarga de adrenalina. En el Lawama se hospeda junto a nosotros un grupo de unos 8 guiris (jejejeje, ingleses) que están con Jem Hall, como coach, perfeccionando el surf y los saltos. Son buena gente, hacen toda la vida en el Lawama, beben bastante cerveza, caminan descalzos, se echan loctite en las heridas de las manos y se cubren los dedos con cinta aislante, estiran a primera hora de la mañana y a última, algunos salen a correr y se levantan más tarde que nosotros.
El propio Jem Hall, tipo curioso, alto, con su calva, siempre con ropa de RRD y tono elevado de voz, risa fuerte y con la coletilla fuck, fuck, fuck en casi todas las frases. Solía montar el mismo material que yo y cuando no lo veía claro, le preguntaba. Es animoso, hiper motivador con la gente de su curso. Se interesó por mi pié y me aconsejó usar varias tallas más de arnés, para ir más rápido, tomando la medida del codo al puño, que me recordaba cuando hace muchos años se medía así la distancia entre las fijaciones de los cabos de arnés en la botavara. Navega de puta madre, surfeando y saltando.
Junto a ellos, Ed Texier, fotógrafo y windsurfista, que organiza viajes de windsurf y clinics. Por la tarde, te enseña las fotos que te ha tirado durante la jornada y comenta lo que considera que haces bien o lo que se debería mejorar, ayudándote a corregir algunos detalles técnicos.
Maryzko, una máquina en el agua y muy simpático fuera de ella. Le pegaba más al salto que al surf. Venía de estar un par de meses en Dahkla y llevaba un mes en Moulay. Tenía pensado moverse a Guincho.
Boujmaa. Impresiona en el agua con su altísimos forward y back loops. Bueno en el surf. Carismático, muy simpático fuera del agua. Lleva el centro de Starboard y velas Severne junto con Fetaah, que creo que es su jefe.
Fettah, el boss. Es el compañero de Barbara (Lawama). Muy bueno también navegando. Muy del estilo de Boujmaa. Saltos altos y muy rápido. Parece un buen tipo pero introvertido.
Lida. Mallorquina. Furgonetera. Surfista en todas sus connotaciones. Fue un poco nuestra anfitriona, comentándonos algunos de los aspectos más particulares de Moulay y de Essaouira y su gente y acompañándonos en el agua y en las cenas. Llevaba tres semanas en Moulay y estaba un poco tocada con sus costillas, pero la vi surfear muy suelta, con buen estilo.
Abdelouahad. Local de la escuela Boujmaa. Se nota en el estilo de navegar. Muy cachondo y embaucador, domina varios idiomas, como Boujmaa y en el Café Moulay hace que su padre y su hermana Nadia preparen una buena mesa para cenar lo que su madre haya preparado o su padre haya puesto en las brasas. Dicen que tiene mucha caradura. A mí me parece que algo tiene que haber… jejeeje
Lioness. Local, amigo de Abdelouahad. Legal. Tímido hasta el extremo de llevar la capucha del pullover (sudadera) puesta de día. Aconsejado por la gente que navega como el mejor en Moulay para reparar las tablas. A nosotros nos reparó dos con buena terminación, teniendo en cuenta los medios que dispone.
 Los niños. Unos enanos entre 5 y 10 años, con desparpajo infantil y marroquí, ofreciéndote constantemente un “chapeaux” (sombrero) con su vocecita dulce y pueril. A veces pueden terminar siendo un coñazo, si les das rollo o después de mostrar intención de comprar no lo haces. Presencié una trifulca entre dos de ellos, en la que una niña de unos 10 años le echaba las manos al cuello a un niño de edad parecida, que parecía el dominante, por alguna cuenta mal hecha respecto a una reciente venta de chapeaux a uno de los guiris ingleses. Yo de ellos, no la incluiría en mi lista de futuras novias, por si acaso…
Qué felicidad se veía en sus caras cuando los montamos en los coches para cargar las tablas el último día. Estaban super entusiasmados!!! Me hicieron pensar en lo exigentes que son los niños en España a esa edad, en la cantidad de juguetes y caprichos que tienen. Insaciables. Quieren uno tras otro; y sin embargo, estos en Marruecos, vendiendo sombreros y si a los padres no les cuadran las cuentas, ya se la han buscado…Un paseo en coche y unos ratitos de juego con las palmas de las manos, fue lo que les di. Creo que los hice felices en algunos ratos.

El regreso. No sé cuando, quizás el próximo año o dentro de dos, cuando de nuevo me toque elegir destino, pero tengo que volver, In sha'llah !!

El reportaje gráfico.



Y finalmente, un video de nuestro alojamiento:

sábado, 17 de julio de 2010

MOULAY. UN VIAJE HACIA EL SUR

Sábado 17 de julio de 2010

Esta madrugada a las 3.30 se inicia el viaje a Moulay: Murcia-Madrid-Aeropuerto-Marrakesch-Moulay. Viento, olas,sol, atardeceres, sensaciones.... Me siento felíz.

domingo, 16 de mayo de 2010

sTEP_02 (martes 11/05/2010)

Esta semana de lebeches me la dediqué como en los tiempos de estudiante, a centrarme en el aprendizaje. Así es que sacrifiqué las sesiones en Calblanque y me fui para el Mar Menor en la consecución de mi objetivo. Un día al Secret y otro al ZM con la intención de superar el paso 1 y avanzar en mi meta. En el ZM con 4,7 fuerte y olita de izquierdas, mi lado bueno para esta maniobra, aproveché las zonas de bajón de viento para tirar el wymaroo: brazos extendidos, separados del cuerpo, atrasados en la botavara, giro cerrado, vela hacia delante y zas!! alguno salió, sí señor!!
Me intenté meter en el paso 3 que es despegar la tabla del agua, pero estaba cansado y los huevos se me subieron un poquillo, "asínque" esto se queda para el próximo día.
Vamos avanzando, que no es poco.
A pesar de los pesares...

lunes, 3 de mayo de 2010

sPEED lOPP, sTEP_01

Me lo llevo pensando desde hace ya varios años... Y algún día tendría que ser...

Hace algunos meses un video se me presentó ante mis ojos, de tal manera que lo dificil  parecía fácil. No es tan alegre, pero te quita el acojone y gana el suficiente encanto como para planteartelo con 39.

Así es que viendo la previsión para el sábado 1º de mayo, me acerqué a la playa pensando que podía ser con este leveche suave "el día de empezar a probar".

Después de visualizar el video muchas veces y la última en la noche anterior y también en mi mente durante el trayecto, y todo ello sin equivocarme de salida de la autovía (quiere decir que puedo hacer dos cosas a la vez, en contra de lo que dice mi mujer, jejejeje), me puse a la faena. Dí mi primer paso:



He de agradecer la compañia de Funes y Alex en el agua y en la playa y el ambiente del ZM. Y por qué no decirlo, la morenita que se quedó en bolas, lo que considero  un premio para la vista después de toda la sesión!!

Unos minutos después de la edición del video, corrijo los créditos: La música es de vioLADOres del verso.

viernes, 9 de abril de 2010

Todo el pescao vendido ( y el video de Juliette)

Mañana sábado será un buen día de levante en Genoveses o incluso en Calblanque. Pero ya estoy vendido, como el pescao. Tengo la boda del primo de Mar...
He visto este video en el magazine de sucesos extremos y me ha vuelto la cabeza para atrás. He llegado a preguntar:
-Nena, ¿y si me voy a Genoveses por la mañana y llego yo luego a la boda, que es por la tarde? Tú puedes ir con los niños, dejarselos a mi hermana y después de comer nos vemos allí, en el bar que haya al lado de la iglesia (en ese momento pensaba que ibamos a una iglesia y por tanto, habría un bar al lado)....Incluso puedo llegar con el traje puesto...
Una mirada vale más que mil palabras, qué más voy a decir....
Sólo puedo meter el video de la incitación. Ahí va:


North Shore Tenerife from umi pictures on Vimeo.

Estuve con pesaumbre todo el trayecto. Maldiciendo los compromisos sociales y las fatídicas coincidencias. "Basta que tengas una comida familiar para que haga viento..."
Al final no fue en una iglesia, sino en un castillo; el Castillo de Cuevas del Almanzora. También había un bar al lado y no pude evitar meterme dentro a tomar una caña y una ración de magra con tomate, jejeje!! Y el encuentro con mi familia política fue cojonudo me atrevo a decir, porque son muy buena gente y porque se llevaron a un grupo de rock´n´roll para amenizar las copas post cena!!
Soy un poco tarado del surf y a estas alturas no tengo porqué ni para qué justificarme, pero he de decir en cuanto a mi vanalidad, que lo primero que hice al llegar al restaurante para la celebración, no fue localizar una TV para ver el partido del Barça contra el Madrid, sino llamar a Luis para ver cómo había estado en Calblanque. Y la cosa no había pintado bien. Y eso me animó -para qué ocultarlo-; y me aliené con los avatares de las celebraciones...y tras unas cervecitas, unos vinitos de Ribera y unos gin tonic corticos, las piernas empezaron a moverse y el corazó tomó el brío de estas celebraciones...
En las copas el grupo tocó tanto un poco de pop como de rock. Viejas melodías de los ´80 y ´90. Y terminó cogiendo el bajo mi primo político, Juan Miguel, y el resto de instrumentos, guitarra y batería, su banda de rock´n´roll, que nos hizo sentir como putos veinteañeros!!! Bravo por él y
por Juliette!!! Y por los corazones jóvenes!!



No todo podía ser perfecto, porque he visto que en Genoveses se metió una buena, que era mi primera opción de no haber tenido la boda. Otra vez será, no? Hay tiempo para todo y si no, ya lo verás...

martes, 9 de marzo de 2010

Noreste. Calblanque extremo (06/03/2010)

En octubre de 2008 me marqué un madrugón para navegar en La Llana. Terminó en fiasco, pero al final del post, ya adelantaba que habría otra vez:



“Hasta la próxima, porque habrá más próximas, por que los zagalicos no aprendemos, ¿para qué? Quizás mañana o al otro, me cuadren las condiciones y triunfe...”
El pasado viernes 5 de marzo, estaba haciendo los contactos telefónicos pertinentes para planificar un sábado que se presentaba con potencial de viento en Calblanque hasta media mañana pero con la alternativa de irme a Genoveses, donde la previsión daba “rasca” a troche y moche durante todo el día. El mapa de evolución del “windfinder” era implacable también: Un óvalo de color naranja desplazándose desde primera hora de la mañana hacia nuestra vecina Almería y dejando a Murcia de buena mañana, compuesta y sin novia. ¿Sin novia?.A Calblanque le salieron novias.


Jaime me dijo que querían ir temprano.
-“¿Para desayunar?, le pregunto.


-“No, más temprano… para el amanecer! "-me responde-
Un mensaje nocturno me deja claro que pretenden salir a las 7 de la mañana de Murcia. A las 6.45 yo estoy saliendo de casa y ya sé que Jaime está despierto y en marcha, con buen humor.


No son las 8 todavía y llego a Calblanque. Veo tres furgonetas que han pasado la noche en el centro de visitantes del parque regional. Todavía duermen. Me acerco a la playa y estoy sólo.


Parece que está para 5.2 con alguna serie buena… un poquito anortado y racheado. 11 ºC. En fin, es invierno…


Llega Pablo Magaña y después lo harán, Luis, Jaime y los furgoneteros. Me echo al agua y después del segundo bordo, caigo en la ola y ya le tomo cariño. Para conocerlas mejor me paso un buen rato entre ellas, tragando espuma hasta que logro hacerme otra vez con el percal y vuelta para fuera. La ola no me quiere, se me queda atrás o se burla con un guiño descarado diciéndome: “no me vas a tocar, no si yo no quiero”. En un bordo hacia dentro, me la encuentro de cara y con suave desparpajo me abro un poco y piso fuerte la popa para imprimir a la tabla la potencia suficiente para un salto bien alto y controlado, que me deja flotando un par de segundos, suficientes para darme la primera alegría de la mañana, a falta de surfing!


Salgo a descansar. Son las 9.30. Somos ya 7 u 8 y sigue llegando gente. Un zumo y vuelvo al agua. Ahora sí, la ola ha cambiado. Es más larga, más rápida y más grande. Pillo un par que me permiten pegarle unos cuantos girazos, mirarlas con detalle, ver donde van a romper, volver a por ellas para pegarles un último cut back y terminarlas con la sensación de que ya con solo ésto, todo vale la pena…


“Con el ansia de no dejar la ola hasta que ella te deje a ti”, acaba uno un poquito lejos, digamos que en la zona crítica; dónde estás desventado y ya es cuestión de tomarlo con calma para no romper, y aprovechar la buena fortuna para que una racha te acerque y volver caminando poco a poco hasta la cala frente a los coches, de donde todos salimos. Y esto nos pasa unas cuantas veces en la mañana.


Hace frío. Son las 12 y vuelvo a salir, alentado por los buenos surfing de Jaime. Quiero despedirme con una buena ola. Y la pillo. Uno, dos, tres giros, la cabeza de Jaime y su material en el agua, lo esquivo, la espuma, le meto, se vuelve a formar la ola, un cut back, otro bottom y así hasta que dejo la ola y traslucho para tomar un bordo de ceñida. Pero siempre llega una puta ola cuando casi estás fuera, después de haber pasado lo peor. Te tira. Estás reventado, se aprovecha y te vapulea, recordándote que no eres nadie.


-“Jose, salte ya….” –me digo-


Ha sido extremo. Físicamente acabo destrozado. Es Calblanque.


 
Study of Landscape (Wassily Kandinsky, 1910)

domingo, 31 de enero de 2010

La 4 metros

Con estos temporales que nos han visitado últimamente (Ponientes, Suroestes, Nortes aponientados, Levantes anorestados, etc), se me han removido las ganas de contar con material más pequeño.
Yo decía que para qué tener menos de 4,7 en Murcia, si cuando yo puedo navegar con 4,7 la gente va con 4,2 y  menos de eso es para cuando van con 3,7 que ya debe de estar BRUTAL y mejor no meterse al agua....Además no es que en estas latitudes nos caractericemos por fuertes vientos, como en la vecina Almería, un par de grados más al sur.
Pero he estado navegando con 4,7 pasado, de poniente y de levante y me parece que a estas edades ya me puedo permitir ciertos detalles, como tener una 4 metros y su correspondiente palo para navegar 4 ó 5 veces al año. Si son más, mejor. Y si son menos, ¿qué pasa? Pues nada. Lo poco que sea se lo llevarán mi cuerpo y mi mente.
Pues eso, que me acabo de pillar una 4 metros!! 
Ahora pasará lo de siempre. Se cumplirá la Ley de Murphy: "cómprate una 4 metros y volverás a usar la 5,8..."
Pero ahí estoy, con mi cuatro metros, mi  cabeza pensando en sacar el forward este año y a estas edades y con un ojo mirando en los concesionarios el apartado de furgonetas.... y el otro mirando por la familia, y lo que me queda por el trabajo, el parte meteorológico, los problemas locales, los regionales, los nacionales, los globales... y en una metro y medio para Pablo, que este verano ya estará en edad de probar esta "droga"

jueves, 14 de enero de 2010

Windsurf en La Azohía, 09-01-2010

Después de unos días en los que no me cuadraron los horarios, el trabajo o la selección del spot, para disfrutar de unas condiciones de viento notables en las dos últimas semanas del fin de año 2009 y estando al acecho de nuevas previsiones, se plantó de cara este sábado en principio prometedor, pero que después de un mensaje del “Rubio”, informando sobre un día soleado en Mazarrón, digno de aprovechar paseando, se inició como un sábado dedicado a empapelar el estudio nuevo. Pero..., "tin, tin... tin, tin!!" Mensaje en el móvil a las 12 del mediodía:

Remitente: Jose –Rubio-, “La azohía 15 kn W ola 1,5 m voy a entrar 5,7 acaba d empezar”


Descompongo lo compuesto y como algo (un poco de caldo con pelotas). Cargo el coche y me voy “privao” para Mazarrón, porque necesitaba un rato así, para mí, y si encima navego, mejor. El viento en la carretera es NW fuerte. Al llegar al Alamillo se ve una rasca del copón. Tengo ganas de llamar ya a Luis y decírselo, que viene de camino, pero me contengo. Estoy impaciente por llegar. Al hacerlo me recibe Jose con una buena sonrisa. Se ha pegado una buena sesión, pero parece que baja un poco el viento. Está racheado. Monto 5,8 y 103 litros. Salgo fuerte y me encuentro de repente con el viento de lado y unas paredes de metro o metro y medio para saltar, que me pillan de sorpresa. Un salto alto no registrado en el video y un par de surfeadas me ponen las pilas. Luego cae el viento y me cuesta salir pues me he abierto demasiado, perdiendo barlovento y el viento se pone más side off, más de tierra, por lo que tengo que ceñir en condiciones marginales. En la orilla ya están Luis y Jaime preparando los bártulos pues me ven llegar full speed planeando porque el viento vuelve a subir y agarro el subidón en los últimos 500 metros antes de llegar a la playa. Salgo con los dedos de las manos congelados y las ganas de comentar la jugada. Lo que sigue, serán bordos con viento racheado, algunos saltos, algunas surfeadas en una ola de 1 metro o menos, lenta y fácil, que me devuelven el anhelo de sentir el viento en la cara, la tabla bajo los pies y las olas listas para ser acariciadas.


Se unen también a esta sesión Andrés Serrano y Andrés Durán. Después de plegar velas y recoger todo el material, una visita al bar de Diego, a reponer calorías con un platico de magra con tomate, unas croquetas, una caña, varios cola caos y cafés con leche...