jueves, 14 de agosto de 2008

Calblanque, 12 de agosto: Orgullo de padre

Pablo se ha estrenado como surfer en Calblanque. Con un lebeche de 12 nudos que levantaba una ola de hasta medio metro, se ha deslizado por primera vez con el body board. Yo le ayudaba a remontar la ola y luego en la espera, a visualizarla, a elegirla. Vamos, más que nada se lo decía, para que le vaya sonando. Cuando llegaba una buena ola, con pendiente pero que no rompiera en barra, lo impulsaba ligeramente y él, se dejaba llevar, levantaba la barbilla y el pecho, con los codos apoyados en la tabla y se deslizaba por la ola y la espuma, hasta la orilla, al menos 25 metros en las más largas. Ha disfrutado como el enano que es. Cada surfeada que hacía, yo le aplaudía emocionado y se bajaba de la tabla mirándome, con una sonrisa y una alegría incontenible. Y ahí estaba mi cara de orgullo, mi corazón abrazando al suyo, inyectándole la droga del surf...
"He surfeado, mamá..., he surfeado" -repetía al salir del agua-.

No hay comentarios: