viernes, 14 de agosto de 2009

Calblanque: los míticos tres días de levante

Ya vienen soplando desde hace algunos años levantes y ponientes para estas fechas de mediados de agosto, de los que uno puede disfrutar en Calblanque, a derechas e izquierdas.
Este año ha tocado levantera el lunes, martes y miércoles. La previsión de las Tablas Portuarias daba viento hasta el miércoles... y acertó!
El lunes día 10 de agosto entró ya por la tarde. La escasez este año de temporales de levante y los pocos que ha habido de poniente, han modificado el fondo y si antes sólo se podía salir por un lado de la playa (a barlovento) con ciertas garantias de no encontrar piedras, hoy se podía salir directamente desde enfrente de los coches. Además y en negativo, no se formó la ola enfrente sino que nos fuimos a pillar la surfera que queda a sotavento, pero que se portó demasiado bien, satisfaciendo nuestras ansias acumuladas. Tres, cuatro, cinco giros de una ola pequeña, no muy rápida, pero noble y larga, que puedes encadenar con la de delante si se te acaba...
Yo navegué con 103 L y 5,8 y luego cambié a 5,2. La gente iba con 5,3 y algunos cambiaron a 4,7.
Buenas sensaciones, sí, y sonrisa de oreja a oreja... y es que hacía tanto que no marcaba unos bottom!!!Qué pasada!!
Así, el martes día 11 hay ya gente navegando desde las 9.30 de la mañana!! Yo llego por la tarde, sobre las cuatro, después del curro y la gente de las 9.30 todavía sigue por allí, pegándole. El viento está más fuerte. Casi todos con 4.7 y luego cambiarán a 4.2 porque está realmente fuerte dentro y en las series también te aceleras demasiado!! Yo salgo con 5.2 y 82 L. Hoy sí se forma la ola frente a los coches, pero yo no estoy fino, no logro pillarla, o se me escapan, o me caigo por ir pasado, clavando la escota, o no la alcanzo... Veo muy bien a la gente, como Óscar, Félix, Jaime, Jose Carlos, Antonio y Pedro Buendía... todos muy finos! Tembién ha venido gente de Alicante y otros sitios. En fin, con el apretón me salgo a la playa, compartiendo descanso y opiniones. Tenso de amura y escota y me vuelvo a meter, pero esta vez en la surfera, para asegurar algunos bottom y cut backs. Al final, con algunos calambres en el biceps femoral, una ampolla abierta y una cinta del arnés rota, vuelvo a la playa y salgo remontando por la arena, sin pena ni gloria, pero con el sabor que deja la visión imborrable de las crestas de las olas, la espuma que acaricia la carena de la tabla empujándola con velocidad al espacio que queda delante, glassy, y el giro del cuerpo para intentar pegarle bien a ese labio a punto de romperse !!! (jejeeje)
El miércoles día 12, lo tenía todo preparado para volver, pero a las 6.30 a.m. mientras desayunaba antes de ir al curro, oí un golpe, el barullo del desconsuelo y a Pablo llorando asustado, agobiado. En una milésima de segundo sabía que se había caído de la cama. En la siguiente milésima estaba subiendo las escaleras y plantándome delante de él, de su cuerpo flaco, frágil, asustado, con la nariz y las manos y el suelo lleno de sangre:

Urgencias.
Radiografía.
Son las siete de la mañana, la enfermera está más buena que el copón.
No hay rotura, dice el médico, que es un chaval.
Que tome Dalsy cada 8 horas.
A casa.
-"Pablo, hoy vendré a casa después del trabajo, nos echaremos la siesta juntos, te contaré un cuento y luego jugaremos, veremos una peli, nos bañaremos y estaré toda la tarde contigo, vale?"
-"Vale papi, cuando llegues de navegar".
-"No hijo, hoy no iré a navegar..."

Todos hemos disfrutado estos días, no había hartura para nadie: ampollas reventadas, tirones, hambre, calambres, todo se saciaba con unos giros más en la pared, con el viento side off.

Es Calblanque...