surfinmylife: En silencio

viernes, 30 de octubre de 2015


Silencio. Azote del viento. Silencio. Chasquido de la ola. Silencio. Azote del viento. Silencioso silencio. Y ya salgo. Estoy fuera y listo para seguir.

TRIBUTO I (Diciembre 2007)

La historia: Apoyado en la barra “de fuera” del Planta Baja –bar de copas del Águilas de los 80 y 90-, ya me anunciabas tu condición de surfer, con tus camisetas OXBOW y tu mirada siguiendo una ola imaginaria o un par de tetas bien puestas... Además, esas señales me decían que eras de fuera: la marca nunca se había visto en Águilas o incluso, en Murcia; y las tetas que por allí rondaban, no eran para tipos desaliñados de 40 años. Verte pasar con el Ford Fiesta blanco y las tablas de surf por el Paseo de Parra mientras tomábamos un café en el Pasarela, una vez sosegado el levante, ya me anunciaban que estabas un poco colgado. "¿Surf en Águilas?, pero ¿dónde va ese tio?, ¿de dónde viene? " Verte en Calabardina pillando los resquicios de un levante que nunca llega a entrar en Águilas, con unas tablas custom jamás vistas (a pesar de no haber salido, me aprendí de memoria todos los Surf a Vela de la época) y tus North, hicieron que te apodara “el Sioux”. Y luego, nos conocimos, cómo no, en la playa; y me asombraste o más bien, me “encandilaste”, como decimos en Águilas. El caso es que eras un ser diferente, un tipo distinto a cualquier definición del momento. Con tus años, con tu pasado, que a algunos llegaste a confiar, sembraste en mí la esperanza de que alguien, podía ser lo que deseara ser, que no es poco!!! Así, vivías en una antigua casa de campo, sobre una loma desde la que dominabas todo el Cabo de Cope. Ese que ahora, si nadie lo remedia, van a convertir en un inmenso resort, con campos de golf, zonas de ocio y puerto deportivo, ajeno a todos nosotros. Ese Cope, donde “Khol, Gilgamesh y la muerte” vieron la luz. Ese Cope, bastión humilde de nuestra cándida costa, no te ha podido ver morir, pero sí guarda clavada tu mirada buscando el viento, buscando la ola, en un horizonte que mantiene escritos los acordes de una melodía nostálgica en el amor, marcada en el punteo de tu guitarra eléctrica, al atardecer. Eras único. Y pienso que lo seguirás siendo. No conozco a nadie que intente ser autosuficiente, que llene su corazón del día a día, de las risas que dan cuatro cervezas y seis amigos, de la bondad de un padre y una madre a tu cargo, de la responsabilidad de tus propias decisiones. Fuiste consecuente contigo mismo, con tus ideales; y la muerte..., te debe una disculpa, cabrón!!!

TRIBUTO II (Agosto 2009)

OTRO AÑO MÁS SIN EL SIUX

Ha pasado otro año más... Otro verano en Águilas sin un motivo por el que subir la Cuesta de Gos y adentrarme en el campo de Cope, a compartir una cerveza contigo, Fernando, un atardecer con tus risas y con las vistas desde tu casa. Un "¿cómo está usted?" a tu madre y el "me cagüen diez Fernando, qué va a ser de nosotros...", o un "¿has visto qué tablas se hacen ahora?". Y yo qué sé ... cuantas cosas más hablaríamos...

Son tres malditos años desde que te marchastes. Tres años. Y ya ves, que no pierdo la cuenta. El otro día estuve navegando en Águilas y me acordé de tí. Estuve con Pablo en La Carolina pillando olas fáciles con el body board y me acordé de tí, estuve en el Más Café y me acordé de tí, estuve mirando al cielo, a las estrellas y me acordé de tí, cabrón!! Oí afinar una guitarra en la estación de tren de Kutná Hora y me acordé de tí...

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