jueves, 31 de enero de 2013

Cosas que me devuelven la ilusión por las personas

En estos días en que no paro de oir cómo la mayoría de los políticos que nos representan -porque los hemos elegido libremente-, nos cagan la cara a base de bien (comisiones, cobros en negro, blanqueo legal, evasión fiscal, etc) y encima nos lo restriegan con indecencia, mientras nos piden "pequeños" y "grandes" esfuerzos por salvar la crisis, que viene a ser lo mismo que "salva tu culo y así salvarás el mío todopoderoso" para seguir manteniéndoles a ellos en el poder y la riqueza, en su opulencia y en sus pecados capitales, me siento asqueado y no tengo ganas de oirlos mentar ni en los telediarios. Y me avergüenzo de este país y de las gentes que lo gobiernan y lo han gobernado, así como de los ciudadanos que hacen o hemos hecho, que con nuestro voto, sigan gobernando los mismos de siempre, los mayoritarios, en el Estado o en sus Autonomías.
No comprendo ya esa vileza política mantenida por nosotros, los votantes.
Una clase política, la contemporánea, que no sirve para nada. 
Una clase política, que gobierna o ha gobernado, y que generalmente, porque no serán todos los casos, cuando necesitas algo, no los encuentras de forma desinteresada, o no encuentran las soluciones obvias a problemas que con un poco de sentido común, la tienen. Que no son hábiles ni inteligentes, digo.
Y ahora viene también en las noticias el tema del dopaje en el mundo del ciclismo de carretera, el de los tour de Francia y las vueltas y revueltas ciclistas a España. Y aquí parece que se ha tirado de la manta y no hay quién se salve. Y ya hay dimisiones y muchos temblando y otros que se acusan a sí mismos en un desquite de locura ávida del perdón. 
Pero yo no vivo de esas noticias. Ya no. Hace tiempo que las oigo o las veo pasar intentando ser lo más ajeno a ellas. ¿Por qué? Porque no me representan. Porque yo no soy así, ni lo es la gente que me rodea, con la que me relaciono y me es afín. 
Y hay cosas que me devuelven la ilusión por las personas, que me hacen volver la cabeza hacia la pantalla del televisor o hacia un post en facebook, para prestar mi atención y sonreir como un niño al pensar que afortunadamente hay gente que vive al margen de toda esta sinvergonzonería, que vive para vivir las emociones y que yo y algunos amigos, nos contamos también entre esa gente "pura".
El ejemplo: OLAS GIGANTES; Aquí al ladito, hace unos días en la costa de Nazaré (Portugal) el hawaiano Garrett McNamara cabalga una ola de 30 metros (palmo arriba, palmo abajo). Se juega la vida. Es pasión.

 

Parece que este tío no necesita EPO, sólo una moto que le ayude a tomar velocidad. Y así lo muestra, sin tapujos. Lo importante está en la sensación.

sábado, 26 de enero de 2013

Calnegre e Isla Plana (19/01/2013)



La semana del 14 de enero, no dejaba un segundo de respiro para el whatsapp. El grupo estaba calentico, más de 150 mensajes al día. Una masa negra que apodaron “la cosa” se desplazaba desde el Atlántico hacia la península y entraba por el estrecho para focalizarse sobre nuestra costa mediterránea. A esa cosa, le dieron nombre y "figura”


Se desplazaba irremediablemente hacia nuestro rincón del sureste peninsular. Y se abre el debate sobre el mejor spot para tales circunstancias que se prestaban huracanadamente desfasadas: ¿Calblanque o Puntas de Calnegre?.Calblanque podía estar tremendo y suicida. Puntas era una alternativa, pero con controversia.
En todo este jaleo, yo no me metía. Todavía estaba en “dique seco”, aguardando al visto bueno para echarme al agua. Entonces pensé que podía grabar las sesiones de este fin de semana tan prometedor, ver a la gente y tertuliar un poco, que ando perdido de todo y de todos. La tarde del viernes pienso que las condiciones son buenas para Calnegre. Una entrada en el whatsapp empieza a remover espíritus y al final hay consenso.  Entonces, envío un mensaje al grupo: “no podéis ir a Puntas sin el jose”. No response. Pero me sumerjo en una idea. Puntas puede estar dócil, no sería como Calblanque. Quizás pudiera meterme sin arriesgar demasiado, y pegarme ese primer baño del año que tanto ansío. Doy el aviso en casa, monto el material en el coche, por si las condiciones son favorables para mí. El sábado hago mi mercado temprano y marcho a Puntas. Cuando llego me entero que han estado navegando con 4,2 pasados. Pero el viento ha dado un bajón descomunal. La gente no va y espera que suba un poco. Vuelve a subir, pero con la ola pequeña. Entra la lluvia con viento, que nos azota con venganza. Algunos están todavía en el agua sin temor. Tertulia a la esponta de las furgonetas. Se pone off shore. Es momento de recoger e irse. Traslado del campamento a Isla Plana en Mazarrón. Cuando llegamos, el viento está flojo. Comemos algo, cervecita, tapillas, café… y empieza a entrar Eolo. Lo que sigue, es lo que muestro: