sábado, 22 de diciembre de 2012

No me veo, joder!

- Papá, para cumplir 50 años, te quedan 8.
Eso es lo que Pablo me dijo cuando íbamos en el coche, tan tranquilos, una noche de diciembre. Está ahora con las "mates" hecho un máquina y no para de trasladar cualquier cuestión al plano operacionalmente matemático.
Y me dió tal impresión que no pude aguantarme y me eché a llorar. Sí, a llorar como un niño, mientras conducía mi puto coche. Y Mar me echó el brazo sobre el hombro, pero eso no me calmó y no aguanté a decir:
-Es que 8 años pasan en nada....
Es que no me veo, joder! No me veo con 50. Pero será así. Llegarán.
Y bueno, hay que coger lo mejor de cada momento, y quiero creer que lo mejor que tengo ahora es lo menos que vamos a tener...


domingo, 2 de diciembre de 2012

A propósito de los años

Me desperté recordando, de la pasada noche en Águilas, al personaje que se quería ir a la panadería Meca con Alfonso y Javi. Así, intentando subirse al coche de Javi de soslayo, como si fuera colega de toda la vida, pero sin conocernos, y con la naturalidad del que se cree un@ más sin ser advertid@. Y recuerdo a Cañavate en su performance. Y al poco recordé también a Luis, ya de recogida y pasadas las 5 de la madrugada, prendiendole fuego al aerosol de un envase de desodorante. Y me recuerdo a mí buscando la llave magnética debajo de los asientos del coche, para entrar al parking del edificio. Recuerdos que pasan raudos o que se paran unos segundos para digerirlos, después de haber dormido unas tres o cuatro horas escasas en una noche de vino, cervezas y tequilas. Un haz de luz entra por las rendijas de la persiana orientada a levante, de mi piso de Águilas. Estoy en mi habitación. La que se mantiene igual desde que era adolescente. Al lado tengo a Moncho durmiendo, seguramente soñando con su inminente viaje hibernal a Pozo. Me levanto, meo, deambulo por la cocina, el baño y la terraza. Y al momento me acompaña Luis, que pulula en calcetines rayados por los rincones, con sonrisa burlona, ojos vivarachos y moña despeinada, haciendo fotos y compartiéndolas por el whatsapp con el resto del grupo de windsurferos que hemos celebrado esta noche la tradicional cena navideña con posterior juerga y devenires nocturnos incluidos. Con Moncho en pié también, bajo de una estantería algunos de los primeros números del Fuerza 7. ¡Ummm!, mini explosión de recuerdos y me aventuro a sacar de un cajón, los números antiguos del Surf a Vela. Voy más allá y abro una carpeta con una pegatina del Camping Mar Azul, saco los reportes de las regatas del circuito regional murciano de los 90. En la coyuntura, Moncho se calza sus pantalones ochenteros, los que traía por si se terciaba ese ambiente vintage para la cena, aparte del bigote. El pantalón, unos vaqueros desgastados, con parches de North Sails y Up Sails no nos dejan indiferentes. Nos sonreímos, pues fuimos los tres, de alguna u otra manera, cómplices de aventuras de aquella época también. El Joven Pericles (Alex), queda ajeno a estos avatares ojeando ávido alguno de los Surf a Vela, precisamente aquel en el que se ve una vela de olas con cuatro sables. Me llevé la carpeta con los reportes de las regatas, para examinarla más tranquilamente en casa. Y eso he hecho, inundándome de recuerdos.
Corrían mis años universitarios, allá por los 90, cuando se comenzaron a organizar en Murcia unos circuitos regionales de windsurf en las modalidades de funboard: slalom y larga distancia. Entonces no había internet y la previsión la miraba en la tele por la noche, con el Maldonado. Una barrita con flecha, no era prácticamente nada; dos barritas, ya se podía pensar en algo, pues eran 20 nudos de viento. Tres barritas, te entraba un cosquilleo en el estómago. Pero luego, tenía que cuadrar con que la dirección fuera buena: suroeste, noreste, este (lebeches y levantes). Y el modo de tener el viento al instante era llamando por teléfono a un colega. Pero al teléfono que hoy conocemos como fijo, no al móvil. Llamaba a la casa de alguien o a una tienda. Y recuerdo la época en que le pegaba un toque a Diego de Mas Kite, que vivía en Cabo de Palos. Si su madre me decía que se había ido a navegar, ya podía yo salir pitando de Murcia hacia la playa. En otros casos, para saber cómo funcionaba Almería, llamaba a la tienda de Jose de Eolo, situada en Cabo de Gata y despuéstrasladada a Almería, a la popular playa del Zapillo, o bien llamaba a José, de la tienda del camping de El Ejido...  ¡¡ Qué tiempos copón!! Ahora con el whatsapp vivo las condiciones al momento con comentarios de locos fanáticos desde distintos spot o ubicaciones, con fotos, cámaras web, bromas, putadinhas, clavadinhas, etc. Y para las previsiones hay una gran diversidad de páginas que las dan, con mayor o menor acierto, pero siempre te orientan. Entonces el circuito lo organizaba Franquino, de la tienda Tempo Líbero, con la Federación de Vela de la Región de Murcia y algún que otro patrocinador como Ángel de Marina Center en Cabo de Palos. Se daban unas fechas fijas, coincidiendo éstas con las mejores temporadas para los vientos locales y en esos días planificados nos juntábamos en la playa o en un club náutico con nuestros coches cargados y nuestra mejor disposición. Reunión de patrones sobre las 10 u 11 de la mañana y si hacía viento, se daban las salidas y si no, pues era el momento para compartir experiencias, viajes, aventuras, bromas, mostrar el material, etc. Y luego cada uno, regresaba a su lugar de origen. Yo volvía a Murcia, metía el coche en el garaje, y ahí dejaba las tablas encadenadas con una chapa doble en el carril del pie de mástil a una argolla en la pared. Botavara y velas al piso y mástiles (de una pieza), desde la calle a la terraza de mi primer piso. Y hasta el siguiente fin de semana.
Recuerdo de aquella época la presencia de Óscar, Félix y Luis, con quienes sigo compartiendo olas, a Franquino, cómo no, a José Pedro Barceló, a quien veo de vez en cuando en regatas locales, a Antonio Ortíz, Diego Egea, Antonio López, Ángel de Cartagena, Carlos de la Rocha (Carlocho), a Alberto Sintas, a Pedro Moreno, al Piti (Javier García Gallego) al que vi hace poco en el papel de Piloto en la película de “La carta esférica”, a César, profesor de Educación Física en Murcia, a Moncho y a Carlos Recio, compañeros también de carrera y un montón más. Así es que la otra tarde, descolgué los poster que aún seguían adornando mi habitación de universitario en mi antiguo apartamento de Murcia y me los llevé a casa para escanearlos. Pensé que bien se merecen un recuerdo compartido y alguna añoranza.
En la Copa de España celebrada en La Manga, recuerdo que aparte de ir de los últimos en mi manga, rompí el tendón del pié de mastil y tuve que volver a la playa sin terminarla, apoyando el mástil sobre el protector. Pero durante la manga, sentí una de las sensaciones adrenalíticas más increibles que he vivido: ir al largo con F6, 5,5m2 y 280 cm de tabla a una velocidad de vértigo al borde del descontrol, al borde del ostión. Acojonante.  En el cartel de la regata, Félix Garre, cabeza de serie en la época, a gran velocidad.
En aquella época se me daba bien el larga distancia y en pocas ocasiones terminaba entre los primeros en un slalom, aunque alguna se dió, como aquella en la que terminé tercero, ante la visita de una amiga de Melilla, que para ambientarse, se puso una camiseta ceñida con un elefante haciendo windsurf!. Buff, qué tiempos!
Ahora recuerdo también con cariño una regata en El Galán, en Semana Santa, con lebeche. Nos pillamos la gente de Águilas un apartamento encima de la escuela. Teníamos por primera vez números de vela, que sellamos con rotulador de tinta indeleble!! Paco Delgado, llevaba la escuela de vela El Galán. Gran tipo. Ahí acabé 10º, Moncho 6º y mi monumental Miguel Angel Schopohl, 9º. Como anécdota, que apareció un resumen de la regata en el Surf a Vela. Y que también obtuve mi mejor resultado en el larga distancia.
Y así han pasado los años. Unos veinticinco. Y ahora sigo y seguimos en la brecha, viejas glorias, muchos de los de antes acompañados de sabia nueva. Y nos juntamos y parece que el tiempo apenas si pasó. Nos siguen acompañando las sonrisas en nuestros rostros marcados por el sol y el salitre, por la cadencia del tiermpo. Nos sentimos orgullosos, nos buscamos, nos queremos.


Águilas desde la terraza


En el Casino de Águilas
Alfonso acompañado
Bigotes, risas...
Moncho, vaqueros ochenteros.
Ordenador,archivador, agenda.. entrada al blog!

Archivador

Referencia del Surf a Vela a la regata en El Galán

viernes, 23 de noviembre de 2012

Carolina

"Déjate llevar, con calma y paciencia
 -me susurra Carolina-,
tu visión borrosa desaparecerá,
y la luz,
nítida,
iluminará las formas que acostumbrabas a ver"







sábado, 20 de octubre de 2012

Una película de wind: "Land"

Acabo de leer en una entrada  en el foro de totalwind sobre una peli que trata el viaje de un windsurfista marroquí desde la aldea de Moulay en Marruecos hasta tierras holandesas, en Europa. El guionista y director es Jan-Willem van Ewijk y también colabora como guionista Abdelhadi Samih. Los protagonistas son  Thekla Reuten, Fettah Ahllmara, Soufian Sahli y otros habitantes de Moulay, con algunos de los cuales tuve oportunidad de compartir sesiones de navegación en mi viaje de julio de 2010. Parece que pretende salir a la gran pantalla en 2013.
En el "trailer", Jan-Willem presenta el proyecto y pide ayuda para financiar el alquiler de un helicoptero para las tomas aéreas de la costa marroquí. Parece que consiguieron más de la mitad de su objetivo, que era reunir 40.000 dólares.

15.06.2016

En el siguiente enlace se puede ver la peli, en árabe, con subtítulos en inglés. Muy buena fotografía, música y sobre todo la sensación de proximidad, de conocer a los protagonistas, de sentir el lugar, el océano...

http://watch32movies.net/watch-atlantic-2014-full-movie-online-free/

Land. synopsis

Land. tells the story of young wave windsurfer Taha who has befriended many of the European windsurfers that visit his tiny fishing village on the Moroccan Atlantic coast. He has eagerly adopted their free way of speaking and views on the world and often finds himself dreaming of a life far away. But reality has him trapped in the village since he can’t get a visa or leave his aging father Hakim who has become increasingly dependent on him.


One summer changes everything. Taha meets Alexandra, the Dutch girlfriend of his good friend Finn. He desperately tries to keep from falling in love, yet, when she leaves at the end of summer his heart feels broken and the empty village more than ever feels like a prison he can’t escape. The human spirit however, often shines most brightly in its darkest hour, and finally, Taha's desire to break free and leave his empty life behind prevails. Taha sets off on an epic adventurous journey across the Atlantic coast towards Europe on his windsurf board. Initially he feels liberated and free, but as the wind carries him ever farther from home he finds that the pursuit of dreams does not come without sacrifice.


Preparing to Film Land. from Land. on Vimeo.

domingo, 13 de mayo de 2012

De nuevo Cabo de Palos (04/05/2012)

Estábamos esperando el viento en Calblanque, pero no entraba. Un poco de charleta mientras intentamos divisar en el horizonte el principio de una buena sesión. El viento y las olas no entran... pero a sotavento, se adivina ya una línea cortando el Cabo de Palos. Así es, viento de sobra para salvar la tarde y el viaje hasta la costa. Sólo yo me acerco al cabo y navego una hora y media con 5,8 fuerte.